El crimen de La Orotava: dos familias enfrentadas y unidas por la muerte
Los familiares del parricida y de las víctimas comparten velatorio y dolor
A las once de la mañana del sábado 21 de julio, hora canaria, un niño de 12 años correteaba en el lateral de la Iglesia Matriz de la Concepción del municipio tinerfeño de La Orotava (42.000 habitantes). Dentro del templo, abarrotado, sonaba excepcionalmente el órgano, mientras una comitiva entraba con los féretros blancos de sus dos hermanas pequeñas, Miranda y Paula, de cinco y tres años; y el de su madre, Paula Teresa Martín, de 40, seguido de una larga procesión de flores.