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La historia interminable de Ansu Fati, a punto de cerrar su cesión al Mónaco

El canterano azulgrana, después de jugar 298 minutos en 11 partidos con el Barcelona y una temporada complicada, dejará de vestir de azulgrana y apunta a la Ligue 1

Ansu Fati
Irene Guevara

Respira Ansu Fati. Al menos, así lo siente el canterano, heredero de dorsal 10 de Leo Messi, que si nada se tuerce jugará cedido en el Mónaco la próxima temporada tras descartar al Chelsea y al Ajax, que también se interesaron por él. El equipo del Principado, según confirmaron a este periódico fuentes del entorno del futbolista, tendrá una opción de compra. Un alivio para el Barcelona, pero sobre todo para el delantero.

Ansu Fati quería volver a sentirse importante, volver a sentirse querido después del ostracismo. Desde que regresó de su cesión fallida en el Brighton, la temporada ha sido complicada para el canterano. Una vuelta prometedora frustrada por una lesión, la puerta de salida abierta en invierno tras ver la mayoría de los partidos desde el banquillo, sus ganas de quedarse a pesar de las ofertas, un vídeo motivacional de Hansi Flick efímero y finalmente su necesidad de marcharse. Después de tan solo haber disputado 298 minutos repartidos entre 11 encuentros esta temporada con el Barcelona y haber entendido que debía buscar otro lugar, Ansu Fati se marchará, a priori, al AS Mónaco de la Ligue 1, probablemente mediante una cesión con opción a compra.

“Tú ven aquí, que, aunque no hagas nada durante cinco partidos, no pasa nada”, le dijo por llamada Adi Hütter, entrenador del Mónaco, a Fati. El canterano, siempre atado a la ilusión de la hinchada azulgrana, huérfana de ídolos desde la salida de Messi hasta la impactante aparición de Lamine Yamal, necesitaba sentirse querido. Su año, una vez más, fue demasiado difícil. En verano convenció a un Flick recién llegado, y la intención del Barcelona y de la dirección deportiva fue recuperar aquel Ansu que tanta ilusión generó antes de pasar por quirófano hace años. Pero una lesión en la planta del pie derecho lo truncó todo, se perdió la pretemporada y el inicio de curso, y las oportunidades se esfumaron en un año en el que ha estado apartado del terreno de juego.

“Las lesiones le han condicionado mucho su etapa en el Barça. Es un gran jugador que por lo que sea no ha tenido recorrido esta temporada, por lesiones, por una serie de momentos difíciles. Pero no dejamos de creer en el jugador. Tiene contrato con nosotros. Luego cada uno tiene su trayectoria personal: si hay un jugador que cree que tiene que jugar más, siempre se hablará”, aseguró Deco, director deportivo del Barça, a RAC1 a finales de mayo. “Queremos que juegue. Es muy querido en el vestuario, pero tiene que jugar. Veremos si la temporada que viene puede tener minutos o si encontramos una buena solución para él y para el Barça”, añadió Joan Laporta a TV3.

Ya en invierno —hasta entonces Ansu había disputado ocho partidos— el club le abrió la puerta y le invitó a marcharse. Pero entonces él quería continuar en el Barcelona y seguir intentándolo, por lo que rechazó las ofertas de los clubes que querían incorporarlo en sus filas. “Quiere volver a sentirse importante”, aseguraban desde su entorno entonces. Y quería hacerlo en el Barça. Pero Ansu seguía sin pisar el verde. En ocasiones veía los partidos desde el banquillo, en otras directamente su nombre no aparecía en las convocatorias. Flick, con intención de motivarlo y recuperarlo, le preparó un vídeo corto motivacional para volver a sentirse en dinámica del primer equipo. “Quiero ayudarle”, había repetido en diversas ocasiones Flick en rueda de prensa, donde siempre fue directo con la carpeta del canterano, alegando a la “sinceridad” con sus jugadores y a la necesidad de Ansu de “seguir trabajando”. La felicidad de Fati, sin embargo, fue efímera: convocado de nuevo contra el Rayo Vallecano, desconvocado para el siguiente partido. Y aunque siguió esforzándose en los entrenamientos, también continuó sin jugar.

Hasta principios de abril contra el Borussia de Dortmund. Lamine Yamal, tras el festín del Barcelona contra el equipo alemán en Montjuïc y la cantidad de minutos en sus piernas, pidió el cambio. En su lugar entró Ansu. Lamine le dijo algo al oído, y Fati entró sonriente al terreno de juego ante la ovación de la afición, que siempre ha apoyado al canterano. “Hasta que no se vaya Ansu, no quiero saber nada del dorsal. Es mi amigo”, aseguró Lamine sobre portar el 10 al vestuario, donde Fati es querido.

En abril, ante el Celta, Ansu estuvo calentando durante la segunda mitad. Flick agotó los cambios, y lo mandó de vuelta mientras Fati pagaba su enfado con el banquillo entre patadas. Volvió a aparecer en dos ocasiones más, ante el Mallorca y el Real Valladolid. No fue suficiente para él, y entendió que lo mejor para era salir del Barcelona, viendo que las promesas no se cumplieron, quizás decepcionado, quizás falseado. En total, de los 60 partidos que ha jugado el Barça, Ansu ha jugado 11, ha estado desconvocado en 12, lesionado otros 10 y no ha salido del banquillo en 27.

No se despidió de la afición en Montjuïc, tampoco tuvo oportunidad en San Mamés. Ansu no juega con el Barcelona desde el 3 de mayo, y ahora su destino se encamina lejos de la Ciudad Condal, al menos de momento. Se marcha para encontrarse y volver a sentirse importante. Para volver a sentirse Ansu Fati.

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Sobre la firma

Irene Guevara
Es redactora en la sección de Deportes y sigue la actualidad del FC Barcelona. Está especializada en fútbol femenino, la mujer en el deporte y el colectivo LGTBIQ+. Ha cubierto la Champions Femenina. Es licenciada en Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra, y ha iniciado su carrera en EL PAÍS.
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