Kevin Keegan,
futbolista inglés que actualmente juega en la República Federal de Alemania, pero que sigue siendo miembro de la selección nacional de su tierra natal, podría desviar su fulgurante carrera deportiva y dedicarse a la política, porque con su actual carisma podría tener un éxito instantáneo. Lo atestigua así una encuesta que ayer publicó el periódico londinense Daily Express. El sondeo fue realizado por el diario entre niños y adolescentes, de edades comprendidas entre siete y diecisiete años. La mayor parte de ellos decidieron que el citado jugador es el más irable de los británicos. En la misma votación nacional, de carácter juvenil, el segundo de Keegan para ocupar un puesto en la istración del Reino Unido resultó ser el también futbolista escocés Kenny Dalglish
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