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Del recelo a las visitas escolares

El Ayuntamiento de Mataró, gobernado por socialistas, ha implicado a los vecinos en el debate sobre las basuras. En 1986, el alcalde, Manuel Más, intentó reabrir el antiguo vertedero de la ciudad. Una querella de los vecinos paró su utilización. Al hacerlo, fue necesario transportar la basura a 70 kilómetros de Mataró. Más demostró que era muy caro pagar el transporte y el canon por echar la basura. Entonces planteó levantar la incineradora. Ante esta opción o la de verter a cielo abierto, los vecinos aceptaron. Las protestas sólo ralentizaron el proceso.A la vez, se ha emprendido una campaña de puertas abiertas. Todos los días hay visitas escolares a la planta. Y la insistencia en que se separen los residuos en los contenedores para papel, vidrio, etcétera, ha levado a que todos se sientan muy implicados en tratar los residuos.

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