Arabia Saudí: 10 lugares históricos que no deberían pasar inadvertidos en tu viaje
¿Te gustaría visitar Arabia Saudí, pero no sabes por dónde empezar? Te recomendamos los destinos imprescindibles que convertirán tu primera visita en una experiencia inolvidable


Petróleo, jeques y mezquitas. Más allá de los tópicos, Arabia Saudí es uno de los países menos conocidos del mundo, que ha permanecido cerrado al turismo hasta fechas muy recientes. De hecho, solo los musulmanes que peregrinaban a La Meca o los hombres de negocios tenían a un reino que escondía su historia preislámica y era el único en prohibir que las mujeres condujeran. Poco a poco, se han empezado a romper tabúes y los saudíes se abren a una experiencia impensable tan solo hace una década.
Para el extranjero resulta tan extraordinario visitar los lugares históricos como observar, en directo, una sociedad en transición mucho más variopinta de lo esperado. Y sí, es seguro viajar a Arabia Saudí en estos momentos. Para conocer este apasionante destino, nos ponemos en ruta con EL PAÍS Viajes y la escritora y periodista Ángeles Espinosa, que durante casi cuatro décadas ha viajado por un arco de países que va de Marruecos a Pakistán como corresponsal y enviada especial del diario EL PAÍS. Será ella quien guiará a un grupo de viajeros por el país durante 9 días y 8 noches -del 30 de noviembre al 8 de diciembre-. Si quieres ser tú uno de ellos, no te quedes sin plaza. Aquí tienes toda la información.

Riad, el reino de Arabia Saudí
Más allá de la Riad comercial que muchos viajeros modernos andan buscando, hay una versión histórica que es la que nos disponemos a conocer. En el corazón de la ciudad, el antiguo palacio de Masmak muestra el esplendor de la fundación de la ciudad. Residencia, palacio de Gobierno y depósito de armas, esta edificación fue erigida en el siglo XIV, durante el reinado del Imam Abdullah bin Faisal, y hoy es uno de los museos más visitados de la ciudad.
En la misma zona, y a poca distancia a pie, se encuentra el Souq Al-Zal, uno de los mercados más antiguos. Allí se venden vestidos tradicionales, antigüedades, oud (perfume árabe) y joyas. Otro de los palacios más importantes de Riad es el palacio de Murabba, que mandó construir el fundador del Reino de Arabia Saudí a unos dos kilómetros de la antigua Riad. Está abierto al público.
Si buscas cultura e historia, la encontrarás en varios edificios como el Museo Nacional Saudita, la Biblioteca Rey Fahd (un espectacular espacio de 87.000 metros cuadrados) o el centro histórico Rey Abdul Aziz, donde se exhiben artefactos de todas las épocas y se explica su importancia histórica.
Sin marcharnos del corazón de la ciudad, a un kilómetro al suroeste del Palacio de Gobierno, el vecindario de Addoho es otro de los puntos imprescindibles. Con más de 200 años de antigüedad, este es el último barrio antiguo que conserva su arquitectura tradicional Najdi. Con una ubicación estratégica dentro del área del Palacio de Gobierno, sus callejuelas angostas y los detalles de sus casas que reflejan la forma de vida de los lugareños en ese momento, el barrio cuenta la historia de una civilización del desierto cuyas construcciones estaban rodeadas de muros y palmeras.

Kingdom Tower Skybridge, en Riad
Otra de las paradas en Riad, esta sí mucho más moderna, debe ser en el Kingdom Tower Skybridge que fue diseñado por el estudio de arquitectura estadounidense Ellerbe Becket en colaboración con la firma de arquitectura e ingeniería Omrania and Associates, con sede en Riad. En la parte superior de la torre, un arco invertido está atravesado por un puente elevado de cristal que alberga una plataforma de observación pública. Su diseño se inspiró en estructuras icónicas de todo el mundo, como el Arco Gateway de San Luis, el Puente del Puerto de Sídney y la Torre Eiffel.

El acantilado del fin del mundo
El conocido como Edge of the World es el nombre del acantilado de 1.131 metros de altura que se encuentra a unos 100 kilómetros de Riad, al final de la cordillera Tuwaik. El Fin del Mundo es el destino perfecto para los amantes del montañismo y el senderismo, salta a la vista por qué. Pero, eso sí, es un lugar virgen al que hay que ir preparado.

Diriyah, patrimonio mundial de la humanidad
Diriyah es la cuna del primer estado saudí, cruce histórico de peregrinos y comerciantes y sede de uno de los proyectos patrimoniales más ambiciosos del reino. El distrito histórico de Turaif es patrimonio de la humanidad por la Unesco y muy conocido por sus estructuras de adobe bien conservadas que muestran el estilo arquitectónico najdí. Fue la primera capital de la dinastía saudí y posee una gran importancia cultural e histórica en la historia del país.
Los visitantes pueden explorar los tradicionales edificios de adobe, las mezquitas históricas y aprender sobre la rica historia de la región. Es una ocasión perfecta para recorrer también el antiguo distrito de Ghasiba, considerada el área residencial más antigua de la ciudad, y el lugar de donde surgieron las primeras generaciones de la familia gobernante desde el siglo XV y hasta el siglo XVIII, antes de trasladarse al distrito de Al-Turaif. También es espectacular la mezquita Sheikh Mohammed bin Abdul Wahhab, rodeada de espacios con áreas verdes, palmeras y terrazas de piedra.

Tabuk, una región rica en historia
La provincia de Tabuk es rica en numerosos sitios arqueológicos que revelan la historia de la zona, permitiéndonos presenciar símbolos de un pasado antiguo, como el castillo Arqueológico de Tabuk, que data de 1559 y ahora es uno de los castillos históricos y monumentos turísticos más importantes de la región. Fue erigido en la antigua carretera que une a Damasco con Medina y sus torres sirvieron como vigilancia y control.
Enfrente del castillo de Tabuk encontrarás la Casa Barro de Tabuk, donde podrás conocer artefactos antiguos, y a solo 500 metros encontrarás la Mezquita Al-Tawbah, donde oró el profeta Mahoma y que ahora se ha convertido en una atracción turística. Si deseas comprar algunos recuerdos, puedes visitar el cercano mercado público de Tabuk, que está a cinco minutos.

Wadi Dissah, un cañón que atraviesa el Jebel Qaraqir
En la misma provincia de Tabuk se encuentra uno de los paisajes más bellos y emblemáticos de Arabia Saudí. Se trata de un cañón de 15 kilómetros de largo que atraviesa el Jebel Qaraqir, un macizo de arenisca situado a unos 80 kilómetros al sur de la ciudad de Tabuk. Esta maravilla natural fue durante mucho tiempo un secreto bien guardado entre los exploradores, antes de que se construyera la carretera que conduce a la cercana ciudad de Dissah y las imágenes satelitales estuvieran disponibles para el público, lo que dificultaba su localización y .
La primera característica sorprendente de este uadi son sus dimensiones: en la entrada oriental del cañón, los acantilados laterales superan los 100 metros de altura, pero en el occidental, la distancia entre el fondo del uadi y los acantilados más altos alcanza los 500 metros. Es allí, desde los imponentes picos rocosos que se alzan a ambos lados del cañón, donde se puede irar el paisaje más espectacular de este mágico lugar.

Wadi Qaraqir, una sorpresa natural
La segunda característica sorprendente de Wadi Qaraqir, y la más inesperada, es un arroyo que recorre la parte occidental del cañón hacia la ciudad de Dissah. Al explorar Wadi Qaraqir desde la entrada oriental, veremos abundantes palmeras que crecen naturalmente a lo largo del lecho del wadi. Pero una vez a mitad del cañón, el agua subterránea se acumula durante todo el año. Como resultado, una exuberante vegetación compuesta por hierbas de tres metros de altura, numerosas palmeras y arbustos florece entre los majestuosos acantilados del cañón.

Madain Saleh o Hegra, un extraordinario sitio arqueológico en Arabia Saudí
A menudo se conoce a Madain Saleh como una Petra, y es que las similitudes saltan a la vista. Hegra cuenta con impresionantes tumbas excavadas en la roca y fachadas que muestran la excepcional artesanía de los nabateos. Los intrincados detalles y diseños de las fachadas son impresionantes y, por si esto fuera poco, el entorno es igual de sugerente, ya que se encuentra rodeado de un paisaje desértico con acantilados de arenisca, afloramientos rocosos y un entorno sereno. No nos extraña que figure en la lista de sitios patrimonio de la humanidad de la Unesco en Arabia Saudí.
Históricamente, Saleh (cuyo nombre original era Al-Hijr o Hegra en griego) es la ciudad importante más al sur del reino nabateo, que floreció gracias al comercio de caravanas entre el siglo II antes de Cristo hasta la conquista romana en el año 106 d.C. Por tanto, es la segunda ciudad nabatea más rica en términos de tumbas monumentales con 94 monumentos funerarios decorados, incluidos algunos de los más vibrantes y mejor conservados.

Maraya, una maravilla arquitectónica en el valle de Ashar
Maraya es una impresionante obra de arte ubicada en el cañón desértico del valle de Ashar. Fue diseñada para integrarse con el paisaje circundante, y se alza sobre la arena como un espejismo. Esta vanguardista estructura está cubierta por 9.740 es de espejo que reflejan la belleza de Al-Ula, lo que la convierte en el edificio con espejos más grande del mundo, según el Libro Guinness de los Récords.
Maraya, que significa espejo o reflejo en árabe, celebra el importante papel de la ciudad de Al-Ula en la historia como encrucijada de culturas durante siglos. No hay que perderse tampoco el mercado antiguo de la ciudad, que se encuentra en el casco histórico. Un lugar perfecto para encontrar artesanías y especialidades gastronómicas.

La roca del elefante o Jabal AlFil, un espectáculo natural
A diferencia de las ornamentadas fachadas talladas a mano de las cercanas tumbas nabateas de Hegra, el tronco y el cuerpo de esta bestia monolítica de arenisca roja fueron tallados por fuerzas naturales: millones de años de erosión eólica e hídrica. La belleza de esta estructura rudimentaria se ve realzada por su entorno, un mar de arena fina salpicado de afloramientos rocosos, muchos de los cuales son igualmente impresionantes en tamaño y presentan formas y figuras interesantes.
Este es una de las excursiones más recomendadas para hacer durante el día, se puede ver la puesta de sol detrás de las montañas. Es una experiencia que suelen vivir familias o grupos de viajeros, además dispone de varios sitios para meditar y descansar, y hasta cuenta con un moderno restaurante.
*Si quieres más información sobre este y otros viajes similares, consulta nuestra web de EL PAÍS VIAJES.
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