Alvise insinúa que sus dos eurodiputados han sido sobornados por un ‘lobby’ armamentístico
El líder de Se Acabó La Fiesta alega que en Europa hay grupos de presión muy fuertes a los que ni siquiera él dice ser “indemne”


Se Acabó la Fiesta (SALF), la lista ultra que dio la sorpresa en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo obteniendo 800.000 votos y tres eurodiputados, ha estallado. El líder de la formación, Luis Pérez, conocido como Alvise, insinúa que sus dos compañeros de filas en la Eurocámara han votado a favor del programa de rearme europeo, al contrario de lo que él ha hecho, porque han sido sobornados. “No sé si ha venido un lobby y me ha comprado un diputado mío”, ha asegurado en un pódcast publicado este lunes en el que le preguntaron por la disparidad en el sentido del voto de los tres eurodiputados que consiguió su candidatura en junio de 2024. En Europa “hay unos lobbies muy fuertes de poder de los que ni siquiera yo soy indemne”, alega como respuesta el agitador ultra. Alvise ha acusado a sus compañeros de “traicionar a 800.000 españoles” por haberse pronunciado a favor del programa de aceleración del gasto en defensa.
“Yo sé lo que voto yo, yo he votado en contra. Alguno ha votado a favor. ¿Qué hago? Me encantaría que pidiera [sic] explicaciones. A mí no me las ha dado. ¿Qué hago?”, se ha preguntado el eurodiputado sobre la conducta de Diego Soler y Nora Junco, a quienes asegura haber pedido cuentas. Aunque ha evitado acusar directamente a sus compañeros de escaño, ha insistido una y otra vez en la idea de que comprar el sentido del voto de un eurodiputado es cosa sencilla. “¿Sabéis lo fácil que es que te compren? Que te viene un lobby armamentístico a cenar contigo y te deja un maletín al lado, que por esto ha habido tantos detenidos, y se levanta, y se va, y tú no les dices: ‘Oye, que se te ha olvidado aquí el maletín’. Se asume que vas a votar lo que te han dicho porque en ese maletín hay un kilo [un millón de euros]”, se ha explayado en el pódcast Eclécticos Worldwide, grabado en Palma con público.
Pese a asegurar que les ha pedido explicaciones, Alvise ha evitado asumir la responsabilidad de identificar a “lobos que se disfrazan de ardillas” (como él denomina a los integrantes de su movimiento político) y se la ha endosado a los votantes de su agrupación de electores. “Si te has vendido a un lobby, si yo he hecho campaña electoral por toda España diciendo ‘no al rearme’ y tú votas a favor, estás traicionando a 800.000 españoles, pero la fuerza la tenéis vosotros: ved quiénes son, perseguidles y pedirles explicaciones”. “Tenéis que hacerlo vosotros porque no lo puedo hacer yo. Lo tiene que hacer la gente que nos ha votado”, ha insistido en tono enfático dirigiéndose al público presente en la grabación del pódcast, que le preguntaban por la disidencia de sus eurodiputados. “Si yo voto a favor [...] me tendréis que reventar la cabeza diciendo que doy vergüenza”, ha recalcado, antes de que uno de los presentadores le advirtiera al agitador de que su silla estaba al borde y a punto de caerse del escenario. Los dos eurodiputados estudian acciones legales contra su cabeza de lista tras sus declaraciones, según recoge elDiario.es.
En la misma charla, Alvise ha hecho una “autocrítica” sobre cómo se hizo la candidatura de su formación al Parlamento Europeo, porque se formó “en base al currículum vitae, a la experiencia y a un psicólogo” y no lo hizo en función de su “confianza”. “Y a lo mejor tengo a un tío ahí, que es mi número dos, que vota a favor de rearme y no es capaz de explicarme por qué”, ha añadido mostrándose perplejo. “Ojo, con una estructura de partido será diferente”, ha precisado, para asegurar luego sobre su liderazgo: “Ojalá viniera alguien que la gente lo siguiera a él y yo viviría más tranquilo”.
Alvise ha reconocido no estar “contento” porque sus compañeros formen parte del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en la Eurocámara porque, sostiene, así no pueden “hablar en libertad” para criticar la OTAN o para hablar de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el agitador no dice que en realidad el grupo parlamentario —que lidera Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni— acogió en diciembre como “ individuales” a los dos eurodiputados de SALF y le negó el ingreso a él por sus problemas con la Justicia.
Fuentes del ECR aseguraron entonces que esperaban a que se aclarasen las investigaciones sobre el agitador ultra antes de tomar una decisión sobre su entrada, mientras que el propio Alvise dio como un hecho que entraría en enero de este año y achacó la demora a un “mero trámite burocrático”. A día de hoy sigue como eurodiputado no adscrito y tiene abiertas dos causas en el Tribunal Supremo: una por la financiación de su agrupación electoral, con 100.000 euros que cobró de un empresario de criptomonedas para la campaña electoral, y otra por difundir un test falso de la Covid del entonces ministro de Sanidad Salvador Illa. El pasado marzo, la justicia lo condenó a pagar 60.000 euros al exministro socialista José Luis Ábalos por difamación, tras publicar en Twitter fotografías privadas suyas e insinuar que padecía problemas de salud mental.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
