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Borrados 17.256 correos del exmilitar español que espió a Assange para la CIA, según un peritaje

El disco en el que la Policía volcó los teléfonos de Morales estaba bajo custodia de la Audiencia Nacional

Julian Assange CIA
José María Irujo

El disco duro IOmega en el que la policía volcó la información obtenida de los teléfonos y ordenadores de David Morales, el exmilitar español investigado por espiar para la CIA a Julian Assange, sufrió un borrado cuando se encontraba bajo custodia y precinto judicial en un armario de la Audiencia Nacional, según concluye un informe pericial de la defensa del ciberactivista australiano.

La manipulación provocó supuestamente la desaparición de 17.256 correos electrónicos, de varias cuentas, entre ellas la del propio investigado. Este al disco duro bajo custodia del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que investiga a Morales por diversos delitos, se produjo presuntamente el 9 de septiembre de 2020.

Los peritos del fundador de Wikileaks afirman que han encontrado “modificaciones y alteraciones” de este disco después del 17 de septiembre de 2019, fecha en la que Morales fue detenido en la sede de su empresa, UC Global, SL en Jerez de la Frontera. El arresto y el registro se produjo semanas después de que una investigación de este diario publicara los audios y vídeos del espionaje grabado a Assange y a sus abogados por orden de Morales durante la estancia del activista en la Embajada de Ecuador en Londres.

El informe forense, al que ha tenido EL PAÍS, asegura que el borrado no responde a ningún proceso de automatizado de software, “sino a una acción llevada a cabo por alguien de la unidad policial” que intervino en el registro y volcado de los dispositivos. “Se puede afirmar que la unidad policial actuante pudiera tener interés en ocultar información”, sostienen los peritos Manuel Huerta y José Manuel Martínez. La Policía ha declinado responder a las preguntas de este diario.

Precintado en un armario

La supuesta manipulación de este disco, depositado y custodiado desde hace más de cinco años en un armario del juzgado, se ha descubierto después de que los abogados del fundador de Wikileaks comprobaran que la Policía había entregado al juez un volcado parcial del contenido del teléfono de Morales Samsug S7 G930F. Un dispositivo clave en la investigación porque testigos protegidos en la causa judicial que se sigue contra el dueño de la compañía UC Global, SL confesaron que le habían configurado ese dispositivo para comunicarse presuntamente con la CIA. Un detalle del que se informó a los agentes antes de que lo detuvieran.

Pese a la advertencia, los policías entregaron al magistrado los volcados completos de todos los teléfonos, ordenadores y dispositivos electrónicos incautados, menos los del Samsung mencionado. Y esto provocó la eliminación de la carpeta data, donde se ubicaban las conversaciones mantenidas por Morales en las aplicaciones WhatsApp, Signal, Telegram, Proton Mail y Skype. Una mina de información de este antiguo colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que ha desaparecido.

El Samsung S7 fue, además, el único móvil al que se extrajo la información in situ durante las entradas y registros de la operación policial, práctica que no se llevó a cabo con ninguno de los otros teléfonos y dispositivos incautados, según ha respondido la Policía a los requerimientos del magistrado. Y para su extracción se empleó un equipo diferente que quedó registrado, según los peritos de Assange, como Desktop BOIQ F96. El resto se obtuvo mediante la herramienta UFED Touch.

Así, el archivo subido por la unidad policial a la nube judicial ―en la que se descargan todas las pruebas obtenidas y a la que acceden las partes personadas en el caso― no es el archivo UFDX ((Universal Forensic Data Report) del Samsung S7, original e íntegro, sino solo el archivo UFDR (Universal Forensic Data Exchange), que deriva del anterior, pero que no representa la copia completa del dispositivo.

Parálisis policial

Carlos Bautista, primer fiscal del caso, no ocultó en sus escritos su malestar por la desaparición de este archivo. Lo calificó de “esencial” y, al igual que los querellantes, pidió su búsqueda “pues contiene más datos que el puesto a disposición de las partes”. “Llama sobremanera la atención que la unidad policial haya entregado archivos UFDR y UFDX de los demás dispositivos y justamente de este no lo haya hecho”, criticó el ministerio público. Y acusó de parálisis a los agentes en su colaboración con el juzgado por su “exasperante lentitud” en el análisis de la totalidad de los elementos intervenidos.

El juez Santiago Pedraz citó en septiembre a los agentes de la Unidad de Ciberdelincuencia para que comparecieran en el juzgado y volcaran el contenido del único disco IOmega que entregaron tras la detención. En este dispositivo, guardado bajo custodia judicial desde 2019, es donde fue supuestamente introducida la información del teléfono Samsung S7. El objetivo era recuperar la imagen íntegra (UFDX), pero no se encontró rastro alguno del fichero que falta.

La representación de Assange cree que el día que se detuvo a Morales, los agentes utilizaron, además del IOmega, otro disco duro o dispositivo electrónico paralelo para descargar la información del Samsung S7, el teléfono clave de la investigación. Y que este se ha hurtado a las pesquisas judiciales.

Pedraz y Pedro Martínez, el nuevo fiscal del caso, han rechazado la petición de los querellantes de abrir una pieza separada y tomar declaración a los nueve policías que participaron en el operativo, porque la manipulación de pruebas informáticas no son competencia de la Audiencia Nacional. Ambos han respondido a Assange que puede presentar querellar contra la Policía ante el órgano competente.

Otras omisiones

No es la primera vez en la que los querellantes denuncian que la Policía ha omitido información relevante contenida en los dispositivos electrónicos intervenidos al dueño de UC Global, SL. Un nuevo volcado del ordenador portátil del exinfante de marina afloró más de 213.1 gigas, 551.616 ficheros y 973 archivos de correos que se ocultaron al instructor judicial. Es la diferencia de las dos copias, la volcada por la Policía y la reclamada más tarde por la defensa de Assange que pidió un clonado integro. Esta última la realizaron, también los agentes policiales en sede judicial y en presencia de todas las partes.

Entre los nuevos archivos, Morales tenía una carpeta denominada “Operations&Projets” (Operaciones y Proyectos) con directorios ordenados por zonas geográficas y los servicios a desarrollar. En el área correspondiente a América del Norte, dentro del directorio USA, aparece una carpeta denominada CIA y otra con el nombre de Vídeos, donde se archivaron las grabaciones que las cámaras y los micrófonos ocultos de UC Global, SL registraron de las reuniones del fundador de Wikileaks.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.
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