Nicolás Mariscal, un europeísta en la periferia del mundo
El funeral por el catedrático de sociología política se celebró al tiempo que el Vaticano retransmitía para todo el mundo las exequias de otro jesuita, el papa Francisco

Nicolás Mariscal falleció en Azpeitia y su misa funeral se celebró en la Basílica de San Ignacio de Loyola al mismo tiempo que el Vaticano retransmitía para todo el mundo las exequias del primer Papa jesuita. Nicolás también vivió y murió siendo jesuita. Además de una personalidad fuerte que le sirvió para reivindicar su autonomía personal dentro de la orden, hay alguna otra coincidencia digna de mención. A Jorge Mario Bergoglio le gustaba decir que fueron a buscarle a la periferia del mundo. Nicolás Mariscal hizo, sin embargo, el viaje contrario. De joven pasó una década de su vida en El Salvador cuando ser jesuita, allí y entonces, implicaba un riesgo cierto de muerte. El asesinato de Ignacio Ellacuría junto a sus compañeros jesuitas en la residencia donde vivían así lo demuestra.
Además de jesuita, Nicolás fue también el profesor Mariscal Berástegui, catedrático de Sociología Política, de la Universidad de Deusto. Se le recuerda como docente riguroso y exigente con sus estudiantes del Máster de Estudios Europeo; y sobre todo fue un investigador vocacional que deja una obra académica relevante en el ámbito de la Unión Europea. Ahí queda su magnífica Teoría Política de la Integración Europea, editada por Tecnos en 2003. La carrera académica del Profesor Mariscal comenzó en la Universidad Complutense donde realizó su tesis doctoral bajo la dirección del profesor Antonio Truyol y Serra sobre la integración en Latinoamerica. Realizó estancias de investigación en la Universidad de Columbia (EEUU) y en el Europa Institut de la Universidad de Saarbrücken. Hasta Alemania viajaba en coche cada año para combinar su pasión por el estudio de la Unión Europea con largos paseos por el bosque, como buen vasco que era. De esa época son las largas discusiones, algunas acaloradas, sobre el papel del derecho y el poder.
El profesor Mariscal Berástegui puso en marcha la revista Cuadernos Europeos de Deusto en 1988 y la dirigió con acierto hasta 2009. Su valía académica y el respeto que le profesaban muchos colegas le permitió contar siempre con la colaboración de los mejores. La reunión que el Consejo Editorial de la citada publicación celebraba en diciembre era la excusa perfecta para, una vez hecho el trabajo, continuar la velada entre amigos con una cena que adquirió una liturgia muy asentada. Era entonces donde la conversación sobre el futuro de Europa daba paso a un brindis para celebrar su cumpleaños. Quienes firmamos este obituario lo volveremos a hacer en tu honor, Nicolás. Hasta siempre, profesor Mariscal. Descansa en paz.
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