window.arcIdentityApiOrigin = "https://publicapi.elpais.rsinforma.com";window.arcSalesApiOrigin = "https://publicapi.elpais.rsinforma.com";window.arcUrl = "/subscriptions";if (false || window.location.pathname.indexOf('/pf/') === 0) { window.arcUrl = "/pf" + window.arcUrl + "?_website=el-pais"; }España y el barón de Münchausen | Opinión | EL PAÍSp{margin:0 0 2rem var(--grid-8-1-column-content-gap)}}@media (min-width: 1310px){.x-f .x_w,.tpl-noads .x .x_w{padding-left:3.4375rem;padding-right:3.4375rem}}@media (min-width: 1439px){.a .a_e-o .a_e_m .a_e_m .a_m_w,.a .a_e-r .a_e_m .a_e_m .a_m_w{margin:0 auto}}@media (max-width: 575.98px){._g-xs-none{display:block}.cg_f time .x_e_s:last-child{display:none}.scr-hdr__team.is-local .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-start}.scr-hdr__team.is-visitor .scr-hdr__team__wr{align-items:flex-end}.scr-hdr__scr.is-ingame .scr-hdr__info:before{content:"";display:block;width:.75rem;height:.3125rem;background:#111;position:absolute;top:30px}}@media (max-width: 767.98px){.btn-xs{padding:.125rem .5rem .0625rem}.x .btn-u{border-radius:100%;width:2rem;height:2rem}.x-nf.x-p .ep_l{grid-column:2/4}.x-nf.x-p .x_u{grid-column:4/5}.tpl-h-el-pais .btn-xpr{display:inline-flex}.tpl-h-el-pais .btn-xpr+a{display:none}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_ep{display:flex}.tpl-h-el-pais .x-nf.x-p .x_u .btn-2{display:inline-flex}.tpl-ad-bd{margin-left:.625rem;margin-right:.625rem}.tpl-ad-bd .ad-nstd-bd{height:3.125rem;background:#fff}.tpl-ad-bd ._g-o{padding-left:.625rem;padding-right:.625rem}.a_k_tp_b{position:relative}.a_k_tp_b:hover:before{background-color:#fff;content:"\a0";display:block;height:1.0625rem;position:absolute;top:1.375rem;transform:rotate(128deg) skew(-15deg);width:.9375rem;box-shadow:-2px 2px 2px #00000017;border-radius:.125rem;z-index:10}} Ir al contenido
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

España y el barón de Münchausen

Todas las crisis se abordan como crisis comunicativas; la realidad es secundaria

Pedro Sánchez, el martes en su comparecencia en el palacio de La Moncloa.
Daniel Gascón

Todavía no conocemos la causa exacta del apagón que afectó a España y Portugal el lunes, pero el Gobierno ya ha encontrado un chivo expiatorio. La acusación a los “operadores privados” es un intento de desviar una responsabilidad que es suya en primer lugar.

Los expertos apuntan a varios factores y señalan un exceso de producción de renovables. Algunos advertían desde hacía tiempo de graves problemas del sistema; la matriz de Red Eléctrica alertó del riesgo de desconexiones por el aumento de las renovables. Hay dos cuestiones sorprendentes: que no hubiera algo absolutamente extraordinario el lunes (una ola de calor, una inundación), y la tardanza y opacidad en las explicaciones. Cuando apareció el presidente del Gobierno no dio información, pero alertó de los bulos y las teorías conspirativas. Al margen de que la gente especula cuando no sabe lo que pasa, solo pedía tiempo para desarrollar sus tergiversaciones: desde alentar la idea del ciberataque y atacar la energía nuclear (es pronto para decir qué ocurrió, pero no para eso) o las empresas hasta presentar Red Eléctrica Española como algo ajeno al Gobierno. A fin de cuentas, el Ejecutivo solo escoge a su presidente, el Estado no es más que el accionista mayoritario a través de la SEPI y solo fija la estrategia y vigila que se cumplan los objetivos (además de establecer las leyes y regulaciones bajo las que opera).

Todas las crisis se abordan como crisis comunicativas; la realidad es secundaria. Lo importante es colocar los marcos que permitirán echar la culpa a otros y ocultar errores producidos por dogmatismo ideológico, sesgo de optimismo, patrimonialización y pura incompetencia.

El complejo de fabricación de chatarra argumental se ha recuperado más deprisa que el sistema eléctrico. Comentaristas loan la fortaleza del sistema justo cuando se cae. En vergonzosos panegíricos se canta a la desconexión que permitía que nos mirásemos a la cara y se celebra que no hubiera saqueos: el tono recuerda a Historias de la radio, de José Luis Sáenz de Heredia. La cursilería triunfalista desdeña las pérdidas económicas y la angustia que han vivido millones de ciudadanos: desorientados e incapaces de comunicarse con sus seres queridos (y ha habido atrapados y fallecidos). Decíamos tener el mejor sistema bancario del mundo, el más irado sistema de salud y el sistema energético que envidiaba toda Europa: ya hemos visto lo que pasa después. Intentamos levantarnos en el aire tirándonos de la coleta como el barón de Münchausen, empeñados en ignorar nuestra ineficiencia y fragilidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_